Alertan sobre un fuerte aumento de la nafta para inicios de febrero

Los impuestos a los combustibles han jugado un rol central como herramienta para amortiguar la inflación, aunque a costa de que el Gobierno nacional resigne ingresos fiscales. Desde el año 2018, las actualizaciones del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) han sido postergadas de manera recurrente, evitando trasladar su impacto pleno a los surtidores.

Sin embargo, esta estrategia tiene un límite y, de no mediar una nueva prórroga, los precios de la nafta y el gasoil sufrirán un ajuste significativo. Los incrementos corresponden al componente inflacionario acumulado en el primer, segundo y tercer trimestre de 2024, que hasta ahora no ha sido trasladado al consumidor.

A lo largo de este año, el Gobierno dictó decretos mensuales para frenar, de manera parcial, el impacto de estos aumentos en los consumidores. El último de ellos, el 1134/2024, extendió la postergación hasta fin de este mes. No obstante, de no dictarse una nueva norma, los combustibles reflejarán plenamente la inflación acumulada.

Durante los trimestres pendientes, la inflación alcanzó un incremento del 101 por ciento, aunque debe considerarse que en ese período también se aplicaron aumentos parciales desde julio de 2023. Ahora, con el aplazamiento llegando a su fin, se prevé un ajuste significativo en los precios: la nafta experimentaría un aumento del 15 %, mientras que el gasoil subiría un 8 %.

La República

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